Enfermedades Del Alma

La enfermedad del alma es un problema común en la humanidad. La frase “quebrantado de corazón” es la que mejor describe algún padecimiento del alma. Este término es usado para describir las heridas internas del alma.

Jesús dijo: “…Espíritu del Señor está sobre mí… a sanar a los quebrantados de corazón [heridos del alma] (Lc 4:18).

El Salmo 23, nos dice que el Buen Pastor de nuestras vidas “restaurará” nuestras almas.

Este es un tema muy importante, ya que, cualquier cosa que pueda destruir el alma, de seguro que destruirá también el cuerpo. La enfermedad del alma puede trasmitirse al cuerpo. Un quebrantamiento en las emociones y mente, conducirá a un quebrantamiento o deterioro fisiológico (en el cuerpo). Es vital que nuestras almas sean restauradas hoy es común hablar de enfermedades psicosomáticas.

Como hemos visto, las funciones del alma incluyen nuestra mente, emociones, imaginaciones, voluntad y aun nuestra memoria.

Cuando el alma está enferma están funciones se ven alteradas y pueden desencadenar enfermedades físicas.

Muchos cristianos sufren de las cicatrices de heridas que recibieron en sus almas. Retienen muchos recuerdos dolorosos del pasado es decir un pasado que no ha sanado trae un presente lleno de momentos dolorosos y de quebrantos

Como resultado, dudan del presente y tienen temor del futuro tienen una vida sin esperanza y sin motivos para luchar. Puede que tengan respuestas en sus mentes, pero les es difícil razonar correctamente cuando su corazón está herido.

Creo que todos estaríamos de acuerdo en que necesitamos “sanidad interna” del alma. Nuestras mentes, memorias y emociones, necesitan ser renovadas. He denominado a esto “liberación del alma”. Muchas veces vivimos controlados por emociones desbordadas gracias a las heridas que tenemos en nuestra alma.

  1. DIOS NOS QUIERE SANOS

La sanidad del hombre en su aspecto total, es un proceso. Comienza por medio de un encuentro con Jesús como nuestro Salvador y con el Espíritu Santo. Esto, trae como resultado un corazón nuevo y un espíritu liberado.

Dios siempre comienza en el centro de nuestro ser, en otras palabras, en nuestro espíritu. Primero toca nuestro espíritu con Su Espíritu. Después que nuestro espíritu es liberado, nuestra alma es restaurada.

Dios comienza la operación en nuestro hombre interior es un procesos, en nuestro más recóndito ser; Juan 7:37, 38. Luego, dirige Su obra de redención hacia nuestras almas a fin de sanarlas y restaurarlas.

Él desea traer Su vida y poder sanador a nuestros espíritus, almas y cuerpos, a fin de que seamos sin “culpa o tacha” (perfectos e íntegros) cuando Él venga.

  1. Espíritu, Alma Y Cuerpo: Nuestra Salud

Como hemos dicho, las funciones del espíritu, alma y cuerpo, están relacionadas mutuamente. Un “espíritu” saludable es un fundamento sólido para un “alma” saludable. Un “alma” saludable, favorece a tener un “cuerpo” saludable.

Esto obra al revés también. Es muy difícil estar en nuestro mejor estado espiritual, si estamos emocional o físicamente enfermos. Si tenemos nuestras mentes o cuerpos enfermos, no podemos ser testigos efectivos para Dios. Nuestras relaciones con el Espíritu de Dios son seguras y recíprocas, pero la fluidez de Su Espíritu a través de nuestras vidas hacia el mundo puede ser limitada.

Hemos sido creados para funcionar como personas “íntegras”. Creo que el Apóstol Juan hace referencia a esta verdad en una de sus cartas:

“Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas, y que tengas salud, así como prospera tu alma” (3 Jn 2).

Este versículo nos enseña que la salud física está relacionada con el bienestar de nuestra alma. En otras palabras, un alma saludable es necesaria para un cuerpo saludable.

  1. Espíritu, Alma Y Cuerpo: Nuestra Sanidad

Nuestros cuerpos tienen la tendencia de seguir la dirección tomada por nuestras almas, y nuestras almas siguen los pasos tomados por nuestros espíritus.

Los problemas espirituales producen problemas mentales y emocionales (del alma); éstos a cambio, producen problemas físicos (del cuerpo). Los vínculos entre nuestro espíritu, alma y cuerpo, en realidad forman una cadena irrompible.

Uno no puede resolver un problema psicológico (del alma) por medio de tratar el cuerpo solo. De igual manera, uno no puede resolver un problema espiritual, por medio de tratar únicamente con la mente o las emociones.

Es por tal razón, que algunos tratamientos de doctores y psicólogos fracasan. Las raíces que producen los problemas del alma o del espíritu tienen que ser extraídas primero que nada.

Esto también es cierto aun cuando se ora por la sanidad divina de algunas enfermedades físicas. Después de la oración, al parecer la persona fue sanada. El dolor físico y los síntomas desaparecen por un tiempo. Sin embargo, si las necesidades del alma (emociones) y del espíritu no han sido satisfechas, los problemas físicos pueden volver a mostrarse muy pronto.

He visto esto suceder muchas veces en el ministerio de los evangelistas de sanidad divina. Muchas personas han sido totalmente sanadas y nunca han vuelto a padecer de sus dolencias físicas.

No obstante, otros han continuado regresando por oración. Siguen “perdiendo” su sanidad después de un breve período de tiempo.

Muchos en el ministerio no están conscientes de los niveles más profundos de necesidad en las almas de las personas.

Sí, Dios desea que estemos bien. Quiere que estemos sanos en espíritu, alma y cuerpo. Pero para recibir la sanidad, debe haber una obra íntegra o total en los tres aspectos: una que se mueva desde el interior hacia el exterior (comenzando en el espíritu, continuando hacia el alma y concluyendo en el cuerpo).

De otra manera, únicamente ocurrirá una sanidad limitada o parcial que no durará. Por esta razón, deseamos estudiar las clases de padecimientos que pueden perjudicar el alma del hombre.

No trates solo con los síntomas ve a las causas de sus problemas de temperamento, que está perjudicando tanto su vida y relaciones un alma sana es el camino a una vida sana.

Las emociones y sentimientos controlados por Dios es lo que te ayuda a tener una vida más plena.

Si quieres saber mas de este tema escucha nuestro podcast en palabra Zoé en la las principales plataformas de podcast.