No existe nada que puede reemplazar el valor de la comunicación para saber que tan sana esta la relación de pareja. El factor más importante que determina la derrota o el éxito de un hogar está en la comunicación.
No tomemos a la ligera este tema pude mejorar su vida o llevarte a muchos dolores y circunstancias irremediables, una buena comunicación puede resolver las áreas problemáticas de su vida, satisfacer necesidades y hasta evitar malos entendidos o llevarte a desarrollar la mejor intimidad nunca antes vivida. Por otra parte, un patrón de comunicación ineficaz es el camino a la derrota, lleva a las parejas a interpretar las cosas de manera negativa, a necesidades insatisfechas, a problemas sin resolver aun a vivir en un ambiente hostil poco amigable para toda la familia.
Lo más complejo es que si no se hace nada por mejor la comunicación esta empeora y todo se hace más difícil.
Muchas parejas llegan a un cuello de botella donde resolver sus conflictos es complicado, otros hacen promesas, pero son incapaces de cumplir, el ciclo se repite una y otra vez.
Lo más delicado es que ignoramos el poder de escuchar, por esto quiero compartir con ustedes este tema
Cuántas Veces No Hemos Oído El Reclamo
“¡es que nunca escuchas lo que digo! ”
Ahora científicos en Estados Unidos lograron entender cuáles son los mecanismos que subyacen a en lo que se conoce como “oído selectivo», cuando oímos sólo lo que queremos escuchar e ignoramos lo que no nos conviene oír.
Descubrieron que el cerebro puede utilizar filtros que permiten seleccionar sonidos en ambientes ruidosos, como la conversación de una sola persona en una fiesta o una multitud, e ignorar el resto.
El estudio, dicen los científicos en la revista Nature, es un avance importante en el entendimiento de cómo el cerebro humano procesa el lenguaje.
Desde hace tiempo se sabe que los seres humanos somos capaces de escuchar selectivamente.
Aunque se conoce esta capacidad humana de extraer un sonido especial en un ambiente sonoro, hasta ahora no se había logrado entender cómo son los procesos que nos permiten llevarla a cabo.
«Los mecanismos de cómo funciona este efecto en el cerebro no se conocen con claridad» explica el doctor Edward Chang, profesor de neurocirugía de la Universidad de California en San Francisco, quien dirigió la investigación.
«Y nuestro objetivo era entender cómo el cerebro lleva a cabo este proceso, en qué región cerebral ocurre y que otros factores están involucrados, por ejemplo, qué tan rápido pasa nuestra atención de un hablante a otro».
Hay algo claro tras esta investigación que escuchar bien es difícil ya que es una enorme ventaja el hecho que nuestro cerebro filtre los sonidos, pero cuando se habla de la relación de pareja puede ser terriblemente dolorosos ya que muchos por las heridas del pasado el agotamiento y el estrés en casa tiene oído selectivo para escuchar a los suyos.

Un alto porcentaje del tiempo pasamos haciendo algo y pensando en otra cosa es como la famosa foto selfi donde dejamos de disfrutar de quien está a nuestro lado para tomar la foto para el recuerdo, para el que no está presente o para el gesto de alguien me puede aprobar con ella.
“Siento que no me escucha” es la frase más común de una pareja que se encuentra al límite en la relación. Escuchar involucra discernimiento, percatarse de las señales no verbales, el cariño, el contacto visual, prestar atención completa a los motivos subyacentes, hacer preguntas apropiadas, y callar en el mejor momento. Aprender a escuchar no requiere un título de tercer nivel, pero si requiere entrenamiento desarrollando dominio propio.
La mayoría de personas usamos un promedio de 100 a 150 palabras por minuto. Mientras que una persona que habla lento puede utilizar entre 80 y 90 palabras por minuto, lo que puede llevar a muchos mientras escuchan a divagar mentalmente. Los que hablan rápido pueden usar hasta 170 palabras por minuto, lo más poderoso es que nuestra capacidad de escuchar es mucho mayor a la de hablar podemos escuchar entre 450 a 600 palabras por minuto.
Todo esto nos lleva a entender que nuestra capacidad de pensar es mucho mayor a la de hablar, utilizada esta capacidad bien puede ser la herramienta que nos permite leer las señales no verbales y cuando no lo utilizamos en una sana comunicación donde no involucramos los sentidos terminamos desatinado en la conversación y perdiendo la oportunidad de comunicarnos sanamente.
Santiago nos enseña: “todo hombre sea pronto para oír tardo para hablar” Santiago 1:19 lo cual confirma el estudio anterior donde hay que educar el oído para escuchar apropiadamente a los que amamos.
Los estilos de hablar de él y de ella son diferentes.
Si, hay algunas diferencias notables en la forma en que habla el hombre o la mujer.
- En mucho estudio se ha determinado que los hombres promedio hablan unas 12500 palabras por día. Mientras que la mujer promedio utiliza unas 25000 palabras por día.
- Es frecuente encontrar que los temas de conversación cambian mucho de ellos a los que usan ellas, para los hombres es más común hablar de deportes, trabajos, autos, negocios etc. Ellas tienen una tendencia marcada a hablar de personas y relaciones.
- Las conversaciones entre hombres y mujeres funcionan en frecuencias diferentes
En algunas investigaciones científicas se ha concluido que el feto masculino recibe cierto baño de hormonas en su cerebro que prepara el escenario para que los hombres se diferencien de las mujeres y en especial en la forma de pensar.
Entre los hombres predomina la actividad dirigida por la parte izquierda del cerebro la cual promueve la lógica, la analítica, la objetividad y hasta la agresividad en reacción.
Las mujeres usan más la porción derecha del cerebro y tienen mayor interconexión ambos lóbulos, esta porción del cerebro tiene más que ver con el centro de los sentimientos, el lenguaje y las habilidades de comunicación. Como resultado el hombre se inclina a la lógica y las mujeres a las emociones.
Las niñas aprenden a hablar antes que los niños, tiene una mejor pronunciación, y tienen un vocabulario más extenso que los niños de la misma edad; las niñas también sonríen antes que los niños y continúan sonriendo más a través de su vida.
Entender todas estas diferencias nos ayudan a mejorar nuestra comunicación siempre y cuando hagamos el esfuerzo por comunicarnos de manera proactiva, sincera y más activa.
Cinco pasos para escuchar eficazmente.
- Ponte en el lugar de tu pareja.
Deponga toda posición y punto de vista. Empieza a escuchar con empatía. Permite que tu pareja termine lo que esta diciendo. Mantén contacto visual enfoca tu atención en tu cónyuge.
- Reconozca lo que le han dicho.
Cuando hayas escuchado lo que tu pareja quiere decir, retrasmite sobre lo que dijo sin desviarte ni interpretar. “lo que usted me dice es…” esto ayuda a entender la conversación sin juicios ni contiendas. El mensaje que trasmite al prestar atención inclinando su cuerpo a escuchar y usando este francés es: me interesas y quiero entenderte.
- Identificar lo más importante.
Afirme lo más importante, esto no quiere decir que para ti sea aceptar el tema de discusión y darse por vencido es tener claro el tema de discusión.
- Identifica lo que pueden hacer.
¿Hay algo que puedo hace, o que podemos hacer? Las soluciones más acertadas son.
- Pregunta si tiene algo mas que decir. Trate de tomar una posición asertiva, no te dejes llevar por tu enojo o cualquier emoción.